Portafolio de Evidencias

Servirá para mostrar mis trabajos individuales y colaborativos que den cuenta de mi avance y desarrollo, y al mismo tiempo será un espacio para la reflexión sobre mis fortalezas y áreas de oportunidad.

domingo, 30 de mayo de 2010

Reflexiones sobre el estudio independiente


El estudio independiente no sólo nos lleva a la adquisición del conocimiento específico que se esté buscando, sino que la estrategia propia que cada persona utilice, le favorecerá el desarrollo de habilidades mentales casi de manera imperceptible, tales como la observación a detalles, el análisis de situaciones problemáticas y su resolución, la concentración y la creatividad, por mencionar sólo algunas de las que personalmente el día de ayer pude observar en mi propia experiencia.
Al término de la lectura y con todas las ganas de participar en el foro “Nexos de trabajo y apoyo”, entré a mi cuenta personal del CECTE y no pude dejar de leer y disfrutar los comentarios de mis compañeros y tutora. Me sucedieron dos cosas, relacionadas ambas con mi desconocimiento del uso de la tecnología; tan significativas como simples que decidí dejar de lado mis profundos comentarios para dar lugar a su narración, al final de cuentas reflexionar sobre lo que me había ocurrido me generó las reflexiones más interesantes sobre el estudio independiente.
Primero quise cambiar la fotografía de mi perfil, pues había subido una de “mi cumple” porque no tenía otra. Decidí empezar a aprender y llegué a mi trabajo armada de mi cámara digital y los cables requeridos para pasar los datos a mi Laptop. Mis compañeros disfrutaron el momento y me tomaron algunas fotografías. Muy contenta me dispuse a realizar la actualización de mi perfil; borre la foto de “mi cumple”, subí la nueva y guardé los cambios, todo aparentemente con éxito. ¡Cuando entro nuevamente al foro veo con desagradable sorpresa que seguía la primera fotografía! ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué no se reflejaron los cambios? ¿Qué hice mal? Lo intenté tres veces más, hasta que George, uno de mis compañeros expertos en informática me ayudó a descubrir que la información se había quedado en la memoria “cache” y con oprimir un simple pero valiosísimo “F5” apareció mi fotografía nueva ¡Como por arte de magia!
Cuando finalmente redacté mi aportación y quise enviarla, sin tener éxito en el intento, me percaté de que en la parte inferior izquierda de la pantalla de mi computadora se leía la leyenda “Error en la página”. Repetí la misma operación dos o tres veces haciendo lo mismo y, por supuesto, obteniendo el mismo resultado. Cuando estaba a punto de enviarle un correo a mi tutora, me di cuenta de que ya había transcurrido más de una hora desde que había ingresado. Me detuve en seco, ¿Cómo era posible que no se me hubiera ocurrido antes? ¡La vigencia de la página había caducado!
Pensé, esto lo tengo que documentar, ¿A mí, estudiante de la MCyTE, me estaban sucediendo estas cosas? Si cualquiera de mis compañeros se enterara, seguramente se reiría de la situación, o cuando menos, no podría dejar de esbozar una buena sonrisa.
¿Por qué, a sabiendas de que no sé prácticamente nada de la tecnología de computadoras no leí las guías técnicas que el CECTE ha preparado precisamente para gente como yo? Tal vez porque cuando yo estudié la educación básica en una escuela pública no tenía que leer guías ni subir fotografías a ningún lugar; y tampoco tenía que investigar ni leer, a no ser las “monografías” que comprábamos en la papelería de la esquina.
Entonces, no son sólo mis paradigmas actuales, que identifico como tales, los que tendré que estar vigilando, sino mis más arraigadas costumbres y hábitos, aun de los que ni siquiera soy consciente.
Al final, el eje central del estudio independiente es la capacidad de cada uno; son las características personales del estudiante, las que lo aproximan o apartan de este método de estudio. Convergen aquí sus intereses y preferencias, su nivel de motivación, sus hábitos, sus aprendizajes previos, su perseverancia y paciencia para alcanzar sus propias metas.
Aprender a aprender es el reto, y fue motivante encontrar voces divergentes respecto a la educación cara a cara y la educación a distancia.[1] En la medida en que vayamos utilizando más la tecnología en los procesos formativos, seguramente se requerirá menos la presencia de los alumnos en los centros escolares, y el “estudio independiente” se ejercerá con mayor libertad.
¿Será que en el fondo existe un temor inconsciente en los educadores, de que la educación a distancia y la utilización de la tecnología promuevan la deshumanización de la educación? Como si la interacción cara a cara garantizara las “buenas relaciones humanas”.
Si se tiene el suficiente empeño, el estudio independiente, que se inició en soledad, también te lleva a interactuar con otros, a preguntarte y a preguntar, a pedir ayuda y a reflexionar sobre tus limitaciones o dicho con lenguaje actual a identificar tus áreas de oportunidad.



[1] Kearsley, G. (1995) citado por De los Santos, V. en El estudio independiente: consideraciones básicas

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